ONG priorizan actividades y no tocan temas de fondo
Por Paul Pilco Dorregaray
La empresa minera ARES SAC de propiedad del Grupo Hochschild Mining que realiza operaciones en la provincia de Aymaraes, en Apurimac, desde algo más de 14 años, extrae plata y oro de sus entrañas.
Por tratarse de una mina subterránea, los impactos ambientales no se notan como ocurren en otras operaciones a tajo abierto, sin embargo, no puede decirse lo mismo respecto a las fuentes hídricas que son las más afectadas, y eso lo saben los campesinos de Izcahuaca y Pampamarca desde hace bastante tiempo. Pero guardan preocupante silencio.
ARES SAC, es también la única empresa que genera rentas para el departamento de Apurimac, las mismas que luego son transferidas al gobierno regional y gobiernos locales como canon minero y regalías mineras.
En el 2007, la transferencia por canon minero fue de S/.23’069,614; el 2008, este mismo concepto fue de S/.22’544,898 con una variación de -2% entre ambos años.
De esta manera, el anteaño pasado, Apurimac recibió el monto más alto a diferencia de periodos anteriores como resultado del alza del precio de los metales en el mercado internacional.
Pero la historia será totalmente distinta para el 2009. Por ese mismo concepto se transferirá la exigua cantidad de 12 millones de nuevos soles, reducción que generará numerosos problemas a los gobiernos locales que cuentan con esta fuente de financiamiento, así sea una pequeñez, son importantes para la ejecución de algunas obras o mejoras mínimas.
Modificar reglamento
La razón de esta significativa contracción guarda relación directa con la extracción de materia prima de la mina Pallancata, ubicada en el distrito de Coronel Castañeda, Parinacochas, en Ayacucho, para luego transportarlo por una vía de 22 kilómetros de longitud hasta la planta de Selene, situada en Apurimac. Allí se procesa, según la misma empresa, 3,300 toneladas de mineral por día.
¿Qué se está haciendo para corregir esta situación?, Nada. La empresa ha guardado silencio sobre este punto y las autoridades locales, así como funcionarios que tienen relación directa para intervenir en el tema, simplemente han optado por mirar de lejos este engorroso asunto.
Cabe precisar que en el Decreto Supremo N° 029-2004-EF que modificó el DS N° 005 -2002-EF y que aprueba el reglamento de la Ley N° 27506 o Ley del Canon, no contempla la figura existente para el caso de Apurimac.
La norma establece que el canon minero será distribuido a los gobiernos regionales y locales donde se encuentre ubicada la concesión minera en explotación, incluso contempla, las concesiones en explotación cuya extensión involucre a dos localidades vecinas, la distribución será en partes iguales; pero no indica cuando el mineral se extrae de una región y se procesa en otra, además de depositarse los relaves, como ocurre con Apurimac.
Sin duda, estamos ante una necesaria modificación del reglamento del canon minero que debe sustentarse a la brevedad.
El aporte voluntario
Según el informe N° 004 de la comisión sectorial del Ministerio de Energía y Minas encargada del monitoreo del Programa Minero Solidaridad con el Pueblo, conocido también como “aporte voluntario”, la empresa Minera Ares SAC no presentó información de lo ejecutado en el 2007.
El informe N° 012 de agosto del año en curso, precisa los montos acumulados y el nivel de ejecución de los proyectos para el caso de la minera ARES SAC. El fondo total depositado (últimos tres años) fue de 6’908,409 nuevos soles.
De este monto, se desprende el fondo local de S/.1’636,732 (depositado), S/.1’181,354 (comprometido) S/.1’072,967 (ejecutado); fondo regional S/.5’105,994 (depositado), S/. 4’871,988 (comprometido); y, S/. 4’730,788 (ejecutado); faltando gastar de estos fondos la suma de 1’027,971 nuevos soles. Queda otra pregunta, ¿Los proyectos se hicieron con el conocimiento y participación de la población? .Seguro que no.
Compensación ambiental
Tanto Aymaraes como la región de Apurimac merecen que el Grupo Hochschild Mining que cotiza en la Bolsa de Londres y posee otros prospectos mineros en México y Argentina, debe pagar una compensación ambiental por la degradación de los recursos durante todos estos años de explotación.
Con esta propuesta que no fue contemplada en su oportunidad, se trata de garantizar que las futuras generaciones y las poblaciones más vulnerables que no se beneficiaron de la efímera bonanza del mineral tengan disponibilidad de recursos para la ejecución de proyectos sostenibles en el mediano y largo plazo.
Esta iniciativa que deberá trabajarse en forma responsable y multisectorialmente permitirá compensar, en cierta medida, las ganancias obtenidas frente a lo poco que se quedó en el país.
A manera de ejemplo, el grupo minero a marzo del 2009 reportó producto de sus operaciones durante el año anterior obtuvo ganancias netas por US $ 116.1 millones en sus unidades de Perú, con ingresos totales por encima de los US $ 400 millones.
Si comparamos el monto del canon minero transferido los últimos tres años con las ganancias obtenidas, en similar periodo, podremos darnos cuenta de las abismales diferencias y lo poco que queda para Aymaraes, provincia que debe ser la mejor beneficiada. Ya es tiempo que el pueblo apurimeño le pase la factura a esa empresa minera.
Y finalmente, algunas ONG instaladas en la zona, quizás con propósitos altruistas, se han dedicado hasta el momento a organizar actividades de poca relevancia, sin mayor impacto, quizás porque tendrían el interés de participar en los fondos del aporte voluntario que están libres y tender puentes con la empresa minera, dejando de lado, el abordaje de los temas de fondo y privilegiando sus actividades institucionales.
Abancay, 19 de noviembre 2009