La reconocida agrupación loretana Los Wemblers cuenta con un nuevo tema: “Mejor es dialogar”, una canción a ritmo de cumbión que incentiva el entendimiento, la tolerancia y los espacios de diálogo como opción para solucionar los problemas entre comunidades.
De esta forma, y a través de la música, Los Wemblers –recordados entre otras cosas por su participación en el spot Loreto, Italia de Marca Perú- llevan un mensaje de respeto, tolerancia y diálogo en nuestra Amazonía.
“Mejor es dialogar” forma parte de la estrategia de comunicación del proyecto “Conservación para la Paz”, que busca promocionar una cultura de paz en las comunidades ubicadas en la zona de influencia del Área de Conservación Regional Alto Nanay-Pintuyacu-Chambira y en la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional Allpahuayo Mishana.
“Es importante identificar a través de la música la promoción de una cultura de paz y el llamado al diálogo entre comunidades, así como entre comunidades y autoridades, sobre todo hoy en día que los problemas socioambientales en la Amazonía se ven de manera muy frecuente”, señaló Martín Vásquez, coordinador regional de la oficina Loreto-SPDA.
“Conservación para la Paz” promueve la prevención y transformación de conflictos socioambientales a escala local en la comunidad nativa San Juan de Ungurahual y las comunidades campesinas de Santa María, Samito, Diamante Azul y Puca Urco.
Para lograr el objetivo, el proyecto fortalece la gobernanza ambiental y la promoción de los espacios de diálogo, además de prevenir y transformar los conflictos relacionados al uso de recursos naturales en las mencionadas zonas. Según el estudio realizado por el proyecto, estas comunidades presentan problemas de extracción de los recursos naturales en zonas de conservación, así como problemas con linderos y título de tierras.
Cabe señalar que esta iniciativa trabaja en el nivel local con las cinco comunidades y a nivel regional con las instituciones públicas vinculadas a la gestión de conflictos socioambientales. Conservación para la Paz se inició en setiembre del 2014 y es ejecutado por la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), gracias al financiamiento de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
