La economía peruana creció 3,26% en julio impulsada por una mayor producción minera y agropecuaria, así como de varios sectores no primarios que parecen confirmar que –de no haber nuevos shocks– lo peor de la desaceleración ya pasó.
El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) informó que el sector minero creció 16,6%, siendo la segunda tasa más alta en lo que va del año, gracias a la mayor extracción de cobre, molibdeno y plomo. En el sector agropecuario influyeron las buenas condiciones climáticas y abundancia de agua.
Más consumo
Aníbal Sánchez Aguilar, jefe del INEI, destacó también el dinamismo del consumo que se manifestó en mayores ventas minoristas, la compra de vehículos, la importación de bienes de consumo y el uso de las tarjetas de crédito.
En el BCP destacaron que los sectores no primarios registraron su mejor resultado en lo que va del año, en particular la manufactura de bienes intermedios y de consumo.
Este escenario positivo se podría haber repetido en agosto si se tiene en cuenta que la generación de energía creció ese mes 7,06%.
Hay que tener en cuenta también que el ingreso promedio sigue aumentando y llegó a S/.1.538,4 en Lima PBI creció 3,26% en julio impulsado por sectores agropecuario y minería El crecimiento se afianza y contagia a los sectores no primarios, pero la economía aún es acechada por shocks. economía juan vargas sánchez Metropolitana durante el trimestre junio-agosto.
El ingreso varió de manera positiva más entre los jóvenes y los trabajadores menos capacitados, que son grupos de nivel de ingreso bajo y con mayor tendencia al consumo. Shocks La economía peruana, sin embargo, podría verse sacudida por factores externos y hasta de política económica.
La semana pasada, por ejemplo, el banco central decidió incrementar su tasa de interés, medida que desincentiva la inversión. Al respecto, el ministro de Economía y Finanzas, Alonso Segura, sostuvo ayer, en la emisora RPP, que la medida puede tener cierto impacto en el crecimiento de la economía, pero consideró que este será marginal. “Eso pone algo más de presión a la política fiscal para tratar de mitigar la caída o desaceleración en la inversión privada”, agregó.
Ello aunque la construcción volvió a caer en julio por las escasas obras de infraestructura que realizan los gobiernos regionales y locales.
Más preocupación mostró Segura por las expectativas de los agentes con miras a las elecciones del 2016, ante los efectos de El Niño y el complicado escenario internacional.
Fuente: El Comercio - Portafolio
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