El miércoles 18 de junio se desarrolló el Primer Foro Virtual del Grupo de Diálogo, Minería y Desarrollo Sostenible (GDMDS), espacio multiactor orientado a reflexionar sobre el rol y los desafíos del sector minero en la reactivación de la economía peruana y la respuesta a los problemas sociales asociados a la pandemia causada por el virus COVID-19.
El Foro contó con la participación de Julia Torreblanca, Vicepresidente de Asuntos Corporativos de Sociedad Minera Cerro Verde; Rolando Ardiles, Gerente (e) de Supervisión Minera de OSINERGMIN; Ana Leiva, Responsable de Programa de CooperAcción; y Félix Laura, Coordinador de la Red Nacional de Líderes Sociales. Participaron casi 100 personas de diferentes sectores y ciudades del Perú.
En la apertura, Jorge Falla, Co-coordinador (GDMDS), señaló que “los problemas puestos de manifiesto por la pandemia no son nuevos, son más bien estructurales y de larga data. La solidez financiera del país ha hecho posible que el gobierno cuente con recursos para financiar las medidas de reactivación económica”. Buena parte de estos recursos fueron aportados por la minería, motor de la economía del país; sin embargo, no puede descartarse que los recursos fiscales sean insuficientes, “que el nivel de endeudamiento externo crezca, como en décadas pasadas, si las medidas de estímulo no son bien gestionadas”.
A su turno, Julia Torreblanca (Cerro Verde), destacó que el “el impacto ha sido considerable, pero algunas operaciones mineras han podido continuar operando dentro de los estándares y márgenes regulados por nuestras autoridades”. Manifestó que para aumentar los niveles de empleo y aportar en la economía se requiere “asegurar la operatividad al 100% de las empresas mineras, haciendo funcionar la cadena de valor de la industria minera, como las empresas proveedoras” teniendo los debidos cuidados. Indicó que “es el momento oportuno para que las empresas y el Estado impulsen canales de comunicación y articulación”, ausentes al inicio de la cuarentena. Enfatizó que es necesario un plan guía en la reactivación de la economía, “que no solo tome en cuenta a las empresas mineras, sino también a otros actores que dependen de la minería, sociedad civil y a las autoridades”.
Por su parte, Rolando Ardiles dio a conocer que OSINERGMIN viene realizando la supervisión a las operaciones mineras con un enfoque de riesgos y tecnología de última generación, la que permite contar con información a tiempo real. “Hemos requerido a los titulares mineros nos informen los resultados de monitoreo de los componentes más sensibles, en este caso, las presas de relave”. Indicó que para los monitoreos usan aplicativos móvil, drones y, próximamente, harán uso de imágenes satelitales gracias al convenio que suscribirán con la Comisión Nacional de Investigación y Desarrollo Aeroespacial (CONIDA).
Ana Leiva (CooperAcción), explicó que “estamos en una fase de reactivación, con una pandemia no controlada”. Reconoce que uno de los grandes desafíos es “cómo reactivamos, resguardando la salud de las personas”; en el sector minero implica la salud de los trabajadores y las relaciones comunitarias. Manifestó también que todos tenemos que involucrarnos en la solución del problema. Frente a los desafíos que conlleva la participación ciudadana en el sector minero, manifestó que se viene aplicando canales virtuales y medios electrónicos por medidas de aislamiento social, sin embargo “la brecha de acceso a la tecnología en la población rural es muy grande, cómo hacer para el cumplimiento de su derecho de participación”, por ejemplo en un Estudio de Impacto Ambiental (EIA).
Félix Laura (Red Nacional de Líderes Sociales), mencionó que a partir de las reuniones virtuales realizadas con líderes de dicho colectivo han surgido propuestas en torno al cuidado del medio ambiente, la salud y el desarrollo económico. “Planteamos una agricultura familiar local que permitiría mejorar la seguridad alimentaria. También, el desarrollo del monitoreo ambiental participativo sobre la cantidad y calidad del recurso hídrico para el consumo humano y para la agricultura, siendo una preocupación latente para la población”. Además, añadió que este contexto “nos plantea nuevas formas de organización y nuevas formas de solución de los conflictos sociales”. Hizo un llamado a que las empresas tengan mayor coordinación con las comunidades, la contratación de trabajadores locales, así como ampliar sus acciones de responsabilidad social a poblaciones cercanas y no solamente a las que catalogan como zona de influencia directa.
Marina Irigoyen, Co-cordinadora (GDMDS), tuvo a su cargo la moderación del Foro, resaltó como puntos convergentes del diálogo de los panelistas:
- Tenemos un grave problema de confianza sobre la labor que cumplen los diferentes actores: empresas, Estado, comunidad y ONG
- Se necesita construir confianza basada en experiencias, como los Comités de Monitoreo Ambiental Participativo, que en algunos casos han sido referente del Comité COVID
- Falta desarrollar mecanismos concretos para construir confianza, como facilitar el acceso a información de forma didáctica y de mayor alcance.
- Para la reactivación económica, se tiene que tomar en cuenta la seguridad alimentaria de la población rural y la seguridad hídrica.
- Todos tenemos que estar comprometidos en la reactivación económica, desde el rol que nos toca asumir.
Los invitamos a ver el vídeo del Primer Foro Virtual del GDMDS.
La realización del Foro fue posible gracias al apoyo brindado por el Instituto del Diálogo.