Hacia la medianoche del 23 de julio del 2018, fuimos impactado por la noticia que José Luis López Follegatti dejó de existir; hoy su recuerdo, su amplia sonrisa, su vida y su legado, el llamado al diálogo por sobre todo nos acompañan.
No fue un camino sencillo para José Luis el desarrollar esta pasión por el diálogo, la búsqueda de acercamientos entre personas, entre ideas, entre horizontes… poniendo por delante el bien común. Desde las aulas universitarias hasta Ilo, en su recorrido por el Sur especialmente, se fue forjando esta convicción que la sostuvo hasta su desaparición.
Siempre nos recordaba José Luis cómo una frase marcó un cambio en su vida, cuando un amigo le dijo, en medio de los conflictos contra una empresa en Ilo: ¿Sabes cuánta energía pierdes en la confrontación, porqué no buscas otros caminos? Y así se fue forjando con otros líderes y lideresas la experiencia de concertación en zonas urbanas, y luego el gran reto: dialogar con empresas mineras, propiciar el diálogo multiactor. En confluencia con líderes empresariales, municipales y sociales, fundó el Grupo de Diálogo, Minería y Desarrollo Sostenible, el cual se fortaleció gracias a la increíble persistencia que mostró al buscar unir a líderes diversos en un mismo espacio, para conversar, compartir ideas y, con base al diálogo, buscar salidas consensuadas. José Luis tenía la virtud de hacer aflorar esos sentimientos de paz y concertación de muchos individuos en una aspiración común, superando barreras personales y sociales.
Con persistencia hizo que el Grupo de Diálogo genere reuniones constantes y propuestas durante 18 años, hoy ya estamos por los 21 años, uniendo a los diversos actores de la minería y derribando barreras que muchos no se imaginaban que podrían ser derribadas.
Uno no tiene por qué arrepentirse en el sentido de que todo se hace con buena decisión, los errores fueron buenos aprendizajes, el saber pelear ayudó a saber dialogar, porque al dialogar, uno tiene más fuerza y consistencia y conoce. Y conocer no es por la universidad, si no que conoces reflexionando con lo que te pasa en la vida, entendiéndolo para que uno se transforme. No solo es persistencia, es conocer cuándo la persistencia es apoyada por más gente y se transforma en una iniciativa que dura, como es el Grupo de Diálogo, comentó José Luis ya con años de experiencia en esta forja.
Hoy tenemos un legado, expresado en sus ideas, en algunos de sus textos, en el reconocimiento de diversos actores a su esfuerzo. Allí está el llamado al diálogo basado en reconocerse, en la transformación personal, en la búsqueda del cambio entre varios y en las instituciones. Allí está el llamado a Dialogar con la Mente. Dialogar con la Emoción, Dialogar con el Cuerpo, Dialogar en la Redes.
En tiempos tan duros como el que vivimos quisiéramos poder decirle a José Luis ¿Cómo hacemos para sostener este diálogo, cuando no podemos establecer el contacto directo; cuando no podemos estrechar nuestras manos; cuando no podemos darnos un abrazo ni reconocer directamente las emociones? Muchos son los esfuerzos necesarios para generar respuestas, y en el grupo de Diálogo Minería y Desarrollo Sostenible esperamos seguir aportando tras la huella de José Luis, generando nuevas sinergias, construyendo más experiencias positivas consensuadas.
Marina Irigoyen A., co-coordinadora GDMDS