El pasado jueves 29 de mayo, Marina Irigoyen, co-coordinadora del Grupo de Diálogo, Minería y Desarrollo Sostenible (GDMDS), hizo un llamado a fortalecer la confianza y capacidades de las poblaciones en el nuevo marco de relacionamiento que presenta el Covid-19. Marina participó como panelista en el evento “Las Relaciones Comunitarias y el Covid-19”, organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas (IIMP) como parte de las actividades del Jueves Minero Virtual. En éste se dio a conocer los desafíos del sector en cuanto a gestión social y estrategias de relacionamiento y comunicación.
Alejandro Hermoza, vicepresidente de Buenaventura, y también participante del GDMDS, comentó diversas acciones de apoyo y la implementación de estrictos protocolos sanitarios, en coordinación con los municipios y los comités COVID, para tranquilidad de los trabajadores que se desplazan desde zonas alejadas así como de las poblaciones locales. Las comunicaciones virtuales forman parte de un gran esfuerzo por mantener la confianza con las poblaciones del entorno, siendo Zoom una de las plataformas que permiten construir espacios virtuales con las comunidades. El gran desafío se encuentra en la construcción de estos canales más allá de la presencia física, apuntando a ser una palanca de desarrollo local y regional, a través de una responsabilidad social compartida.
Por su parte, Javier Escudero, director de relaciones comunitarias de Hudbay Perú, manifestó que este incierto escenario conlleva a un proceso de aprendizaje tanto para la empresa como para las comunidades. Aseguró que el trabajo apunta a apoyar el desarrollo de las capacidades locales; y por ello las empresas mineras deberán brindar un mínimo soporte tecnológico a las comunidades de su entorno. Si bien las plataformas virtuales durante esta coyuntura son el medio, el relacionamiento comunitario no será reemplazado en su totalidad por tecnologías virtuales.
Marina Irigoyen comentó que la presencia de poblaciones indígenas del entorno de muchas zonas mineras, las que son muy frágiles frente a los virus, conlleva a una gran responsabilidad de las empresas. Indicó que hay esfuerzos en curso a saludar pero se requiere fortalecer el desarrollo de capacidades de las poblaciones locales para su interacción virtual o con “distanciamiento social” y que puedan fortalecer sus capacidades deliberativas, no solo de participación directa. Es decir, para mejorar la calidad de la participación.
Marina observó que en las localidades se encuentran grupos con habilidades comunicativas, tales como los jóvenes, que van a ser un puntal en estas nuevas formas de relacionamiento pero ellos no deben desplazar a los liderazgos o dirigencias comunales; debe buscarse que las dirigencias se integren a las formas de comunicación virtuales. Se espera también que sea oportunidad para promover el acceso y liderazgo de las mujeres.
Finalmente, Julio Casas, gerente de proyectos de Social Capital Group, comentó que este distanciamiento físico ha generado mayor relacionamiento social en las áreas de influencia de los proyectos u operaciones mineras. La coyuntura, brinda oportunidades para abrir ventanas a partir de las preocupaciones locales, así como permite medir el nivel de partipación virtual. Concluye además, que en base a las experiencias se puede crear un sistema de gestión social con indicadores que posteriormente permita tomar decisiones a nivel empresa.
